Como un abismo entre tu cuerpo y el mio, la distancia espera un pálpito, un roce en el olvido. Y si la herida sangrante no llega a destino será porque tu mente se distrajo en una nube solitaria. Y el acecho de un disparo sediento de muerte se derrite en la belleza inquietante de tu imágen, y la sentencia cambia, como el rumbo del rio; y la niebla me moja y tiemblo en la espera de un sonido, y se inunda el dia de pensamientos suicidas, y me castiga tu sobervia punzante, y me confunden tus ojos en sensaciones de ternura, y me ahogo en intentos de cordura por esquivar la posibilidad de que me abandones en la noche que se avesina sin permiso. |
18/6/09
y se inunda el dia....
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